Vivir un proceso de divorcio es algo delicado y complejo, nos vemos frente a una situación en la que tenemos que tomar un montón de decisiones y llegar a acuerdos justo cuando no estamos en nuestro mejor momento emocional. Decisiones que nos afectarán (y también a nuestros hijos) no solo hoy, sino también en el futuro.
A esto súmale que no nos divorciamos todos los días. Y por eso la importancia de estar muy bien asesoradas en estos momentos. Si alguien os dice “en el convenio, mejor no especificar mucho” que se os enciendan las alarmas, porque es una señal de que ahí no es.
El Convenio Regulador, es un documento en el que se establecen los derechos y responsabilidades de cada progenitor en relación con los hijos. Para confeccionar este Convenio hay que atender a las particularidades de cada familia y a su situación actual y futura. No hay un convenio estándar, porque cada familia y cada situación es un mundo, pero sí que hay una serie de puntos que no pueden faltar en el convenio para asegurar el bienestar de los peques y promover una convivencia pacífica y equitativa entre los progenitores. Los puntos que no puedes faltar en el Convenio son:
1.- Custodia y régimen de visitas
El Convenio Regulador debe definir claramente la custodia de los hijos y el régimen de visitas para el progenitor no custodio. Es fundamental determinar si la custodia será compartida o exclusiva para uno de los padres, y las condiciones de la misma. Además, se deben establecer los horarios y días en los que el progenitor no custodio podrá pasar tiempo con los hijos, incluyendo días festivos y vacaciones.
También es importante establecer en el Convenio, en caso de desplazamientos en vacaciones, salidas del país o de la comunidad europea, como debe ser la comunicación y cómo se deben gestionar los permisos entre los progenitores para poder realizar dicho desplazamiento.
2.- Gastos y obligaciones financieras
Esto implica establecer una pensión alimenticia que cubra las necesidades básicas de los niños, como alimentación, educación, atención médica y actividades extracurriculares. Definir claramente cómo se realizará el pago y cuál será la periodicidad es esencial para evitar malentendidos futuros.
Además es importante definir los gastos extraordinarios y cómo se realiza el pago de los mismo por parte de los progenitores.
Importante aclarar que una custodia compartida no significa que no haya una pensión de alimentos, ya que si las condiciones económicas de ambos progenitores no garantizan que en ambas casas el menor pueda tener las mismas posibilidades, puede proceder el pago de una pensión de alimentos.
3.- Educación y salud
El Convenio Regulador debe contemplar aspectos relacionados con la educación y la salud de los menores. Ambos progenitores deben acordar sobre la elección de colegio, si es el caso, así como la participación en actividades escolares y reuniones con los docentes. En cuanto a la salud, se deben definir los procedimientos para tomar decisiones médicas importantes y cómo se repartirán los gastos médicos no cubiertos por el seguro.
4.- Comunicación y compartir información
Para mantener una comunicación efectiva en beneficio de los menores, es importante incluir un apartado en el Convenio que regule la frecuencia y los medios de comunicación entre los padres y los hijos cuando no estén juntos. También es importante establecer cómo se compartirá la información relevante sobre la educación, salud o cualquier otro aspecto importante para los peques.
5.- Relaciones familiares y convivencia
En este punto, se deben contemplar situaciones como las visitas a familiares y amigos de ambos padres, así como las ocasiones especiales, como cumpleaños o festividades. Establecer pautas para que los menores puedan mantener un vínculo afectivo con ambos lados de la familia es fundamental para su bienestar emocional.
6.- Medios de resolución de conflictos
Ante la posibilidad de que puedan producirse desacuerdos futuros, es prudente incluir en el Convenio Regulador un apartado que contemple los medios de resolución de conflictos. La mediación o la consulta con profesionales especializados pueden ser herramientas útiles para evitar que las disputas afecten negativamente a los menores y evitar meterse en procedimientos judiciales, que siempre son más costosos tanto económicamente como emocionalmente..
Yo siempre digo “SI NO ESTÁ ESCRITO, NO EXISTE”.
Tener un convenio regulador completo te permitirá tener tranquilidad, poder reclamar en caso de incumplimiento de acuerdo, evitarte procedimientos judiciales futuros para realizar modificaciones, libertad, seguridad,…
Y esto no quiere decir que si la relación es buena, que si todo fluye no se puedan hacer excepciones, pero sabes que en caso de que no haya entendimiento hay un documento que te respalda y hay que volver a lo acordado.
Así que huye de quien te diga que “En el Convenio mejor no especificar mucho”.
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