“No nos hace falta hacer un convenio regulador, nos llevamos bien, y nos estamos organizando bien.”
“Me dice que no nos hace falta hacer un convenio, que no nos hace falta hacerlo legal.”
Te suena alguna de estas frases?
Un divorcio es un proceso doloroso, por mucho que hayas tomado tú la decisión, por mucho que sea de mutuo acuerdo, por mucho que la relación entre progenitores sea buena,… No es un proceso emocionalmente fácil y cuando nos tenemos que enfrentar a ello nos encontramos con mucha desinformación, nadie nos ha explicado antes qué es lo que pasa cuando todo el proceso empieza.
Por esta desinformación y por el delicado momento emocional hay veces que se opta por evitar el proceso legal y optar por una separación informal. Pero hoy te quiero dar cinco motivos por los que es importante formalizar el divorcio cuando tenemos hijos (o en caso de no estar casados, formalizar ese fin de la relación en pareja):
1.- Establecer acuerdos claros y justos:
El proceso de formalizar un divorcio implica la creación de acuerdos legales que abarcan aspectos cruciales, como la custodia, el régimen de visitas y el mantenimiento de los hijos. Estos acuerdos establecen un marco claro y justo para ambos progenitores y los peques, evitando conflictos y malentendidos a largo plazo. Al contar con un documento legal que define los derechos y responsabilidades de cada progenitor, se brinda seguridad y estabilidad a los menores.
2.- Proteger los derechos de los menores:
Cuando se formaliza el divorcio, se considera el bienestar y los intereses de los menores como prioridad. Los tribunales se aseguran de que las decisiones tomadas sean en beneficio de los peques y no dejen a ninguno de los progenitores en desventaja. Este enfoque protege los derechos de los menores y garantiza que reciban el apoyo emocional, económico y educativo que necesitan para crecer en un ambiente estable y amoroso.
3.- Minimizar el impacto emocional:
El divorcio puede ser una experiencia devastadora para los peques, especialmente si no se maneja adecuadamente. Formalizar el proceso les proporciona una sensación de certeza y les ayuda a adaptarse a los cambios de manera más saludable. Al contar con un marco legal, se evitan situaciones de disputas prolongadas, lo que a su vez minimiza el impacto emocional y psicológico que el divorcio puede tener en los peques.
El divorcio también minimizar nuestro impacto emocional, tener unos acuerdos por escrito, de obligado cumplimiento, ya no sólo moral, sino legal. Y es una manera, en muchos casos, de que la otra parte no siga controlando nuestra vida.
4.- Facilitar la comunicación entre los progenitores:
Un proceso de divorcio implica la negociación y el diálogo entre ambas partes con la guía de abogados especializados. Esto puede ayudar a establecer canales de comunicación más efectivos entre los progenitores, algo que va a ser beneficioso tanto en el presente como en el largo plazo. La comunicación adecuada es fundamental para tomar decisiones conjuntas sobre la educación y el bienestar de los hijos sin causarles conflicto ni confusión.
En el convenio regulador que se firma en el divrocio se puede establecer estas vías de comunicación entre progenitores después de la firma del divorcio y cómo proceder en caso de que en algún tema no haya acuerdo entre los progenitores.
5.- Cumplimiento de los acuerdos:
Una vez formalizado, el divorcio crea una estructura legal que debe ser respetada por ambas partes. Esto significa que los acuerdos establecidos deben cumplirse, lo que brinda seguridad para los menores y permite que ambas partes se responsabilicen de sus obligaciones. Si alguna de las partes no cumple con lo acordado, existen mecanismos legales para abordar la situación y garantizar que los intereses de los menores no se vean perjudicados. Si no lo tenemos formalizado, no tenemos base para reclamar en caso de no cumplimiento.
Formalizar un divorcio cuando tenemos hijos es una decisión que protege y beneficia a los más vulnerables en esta situación: los peques. Y también nos protege a nosotras.
Algo que digo muchas veces “SI NO ESTÁ ESCRITO, NO EXISTE” y aunque tomar la decisión de formalizar el divorcio no es un paso fácil es la mejor manera para garantizar los derechos de los peques y los nuestros y hacerlo cuando hay buena relación entre las partes es mucho mejor para llegar a mejores acuerdos que hacerlo cuando empiezan los desacuerdos.